La Biblia no habla directamente de los tatuajes tal y como los conocemos hoy en día, pero sí hace una mención sobre las marcas en la piel, que se relacionan con los tatuajes antiguos.
Los tatuajes son una forma de expresión artística que consiste en inyectar tinta en la piel con una máquina especial. Muchas personas se hacen tatuajes por diferentes motivos, como adornar su cuerpo, recordar algo importante, identificarse con un grupo o una idea, o simplemente por gusto. Sin embargo, ¿qué piensa Dios de los tatuajes? ¿Qué dice la Biblia al respecto? ¿Está permitido para los cristianos tatuarse?
El origen y el significado de los tatuajes
Para responder a estas preguntas, es necesario conocer el origen y el significado de los tatuajes en las diferentes culturas y épocas. Según los datos históricos, los tatuajes se usaban principalmente como una forma de culto o adoración a los dioses falsos o a los ídolos. Por ejemplo, en la antigua cultura egipcia, los tatuajes se hacían con fines ceremoniales, para honrar a sus dioses. En las culturas griega y romana, los tatuajes se usaban para mostrar la jerarquía militar, la posición social o la propiedad sobre un esclavo. En la cultura asiática, los tatuajes se usaban para marcar a los criminales o a los miembros de la mafi]. En los nativos norteamericanos, los tatuajes se usaban como un rito simbólico, asociado al mundo religioso y mágico. En América Central, los tatuajes se usaban para representar a los dioses aztecas.
Estos ejemplos muestran que los tatuajes tenían un origen oscuro, basado en rendir culto a los demonios, a los que la Biblia llama «dioses ajenos» (Deuteronomio 32:17) o «ídolos mudos» (1 Corintios 10:20). Además, los tatuajes también tenían un significado de pertenencia, de identidad o de esclavitud, que marcaba a las personas de por vida.
Lo que dice la Biblia de los tatuajes
La Biblia no habla directamente de los tatuajes tal y como los conocemos hoy en día, pero sí hace una mención sobre las marcas en la piel, que se relacionan con los tatuajes antiguos. En Levítico 19:28, Dios le dice al pueblo de Israel: «No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor». Esta prohibición tenía el propósito de separar al pueblo de Israel de las prácticas paganas de las naciones que les rodeaban, que se hacían heridas o marcas en la piel para honrar a sus ídolos muertos, para expresar su duelo o para mostrar su pertenencia a un dios o a un señor.
Dios quería que su pueblo fuera santo, es decir, apartado para él, y que no se contaminara con las costumbres de los pueblos que no le conocían. Ser santo significa ser diferente, ser único, ser especial. Dios es santo, y no hay nadie como él. Por eso, él deseaba que su pueblo también fuera santo, y que le demostrara su amor y su obediencia guardando sus mandamientos. Uno de esos mandamientos era no hacerse tatuajes en la piel, porque eso implicaba una deshonra a Dios y una alianza con los ídolos.
Lo que dice la Biblia para los cristianos de hoy
Ahora bien, ¿qué significa esto para los cristianos de hoy? ¿Podemos aplicar el mandamiento de Levítico 19:28 a nuestra situación actual? ¿O podemos ignorarlo, porque estamos bajo la gracia y no bajo la ley? Estas son preguntas difíciles de responder, porque hay diferentes opiniones entre los cristianos. Algunos piensan que no hay problema con hacerse un tatuaje, siempre y cuando no sea para honrar a un ídolo o a un dios falso. Otros piensan que los cristianos no deben hacerse tatuajes, porque eso va en contra de la voluntad de Dios y del respeto al cuerpo.
Para tener una respuesta más clara, debemos considerar algunos principios bíblicos que nos pueden orientar. Estos son:
- El principio de la libertad. La Biblia nos dice que somos libres en Cristo, y que no estamos sujetos a la ley, sino a la gracia (Gálatas 5:1). Esto significa que no estamos obligados a cumplir con las normas ceremoniales del Antiguo Testamento, como los sacrificios, las fiestas, las comidas, las vestiduras, etc. Sin embargo, esta libertad no es una licencia para hacer lo que nos dé la gana, sino una oportunidad para hacer lo que agrada a Dios (Gálatas 5:13). Por eso, antes de hacernos un tatuaje, debemos preguntarnos: ¿Esto me acerca más a Dios o me aleja de él? ¿Esto glorifica a Dios o lo deshonra? ¿Esto edifica a los demás o los tropieza?
- El principio de la responsabilidad. La Biblia nos dice que somos responsables de nuestras acciones, y que tendremos que dar cuenta de ellas a Dios (Romanos 14:12). Esto significa que no podemos hacer las cosas sin pensar en las consecuencias, sino que debemos actuar con sabiduría y prudencia. Por eso, antes de hacernos un tatuaje, debemos preguntarnos: ¿Esto me beneficia o me perjudica? ¿Esto me ayuda a crecer o me estanca? ¿Esto me abre puertas o me las cierra?
- El principio de la santidad. La Biblia nos dice que somos templo del Espíritu Santo, y que debemos cuidar nuestro cuerpo como una ofrenda agradable a Dios (1 Corintios 6:19-20). Esto significa que no podemos tratar nuestro cuerpo como una cosa sin valor, sino como una obra maestra de Dios, creada a su imagen y semejanza. Por eso, antes de hacernos un tatuaje, debemos preguntarnos: ¿Esto refleja la belleza y la gloria de Dios o la opaca? ¿Esto respeta la integridad y la dignidad de mi cuerpo o la viola? ¿Esto expresa mi identidad en Cristo o la niega?
Soy Leonardo A. González, creo firmemente que todos merecen conocer la belleza y la sabiduría que se encuentran en la Biblia, y estoy comprometido en difundir ese mensaje de amor y esperanza a través de mis escritos.