¿Quiénes eran realmente los reyes magos? ¿De dónde venían? ¿Qué significado tenían sus regalos? La biblia solo menciona brevemente a unos «magos de oriente» que siguieron una estrella hasta Belén para adorar al niño Jesús y ofrecerle oro, incienso y mirra. No dice cuántos eran, ni sus nombres, ni que fueran reyes. Estos detalles se han ido añadiendo con el paso del tiempo, a partir de leyendas, escritos apócrifos y tradiciones populares.
Pero también hay diversas teorías que intentan explicar el origen histórico y simbólico de los reyes magos. En este artículo te presentamos algunas de las más interesantes.
¿Eran magos o astrólogos?
La palabra «mago» proviene del griego «magós», que a su vez deriva del persa «maguš». Este término se refería a los sacerdotes de la religión zoroástrica, que practicaban la magia y la astrología, y que tenían gran prestigio e influencia en los reinos de Oriente Medio. Por eso, algunos autores han sugerido que los reyes magos eran en realidad astrólogos persas o babilonios, que conocían las profecías judías sobre el mesías y que interpretaron la aparición de una estrella como una señal de su nacimiento. Esta teoría se basa en que la astrología era una ciencia muy desarrollada en aquella época y región, y que había una conexión entre los judíos y los persas, ya que estos últimos habían liberado a los judíos del exilio babilónico.
¿Eran reyes o emisarios?
La idea de que los magos eran reyes se debe a una interpretación del salmo 72, que dice: «Los reyes de Tarsis y de las islas le traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba le ofrecerán dones. Y todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán». Este salmo se consideró una profecía mesiánica, y se asoció a los magos con los reyes que rendirían homenaje al rey de los judíos. Sin embargo, algunos historiadores han propuesto que los magos eran en realidad emisarios de algún reino oriental, que buscaban establecer alianzas políticas con el rey Herodes o con el futuro rey de los judíos. Esta teoría se apoya en que era habitual que los embajadores llevaran regalos a los gobernantes, y que hubiera contactos diplomáticos entre Oriente y Occidente.
¿Qué significaban sus regalos?
Los regalos que los magos le ofrecieron al niño Jesús fueron oro, incienso y mirra. Estos regalos tienen un valor material, pero también un valor simbólico, que ha sido interpretado de diferentes formas. Una de ellas es que el oro representa la realeza, el incienso la divinidad y la mirra la humanidad. Otra es que el oro simboliza la sabiduría, el incienso la oración y la mirra el sufrimiento. También se ha sugerido que el oro alude al sol, el incienso al aire y la mirra a la tierra. Estos regalos, además, eran muy apreciados en la antigüedad, y se usaban para el comercio, el culto y la medicina .
¿Eran tres o más?
La tradición más extendida dice que los reyes magos eran tres, y que se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar. Sin embargo, hay otras versiones que les dan otros nombres y orígenes, e incluso que aumentan su número. Por ejemplo, en la tradición oriental se dice que eran doce, y que representaban a las doce tribus de Israel o a los doce signos del zodíaco. También hay relatos que hablan de dos, cuatro, seis, o hasta sesenta magos. El número tres parece estar relacionado con los tres regalos que se mencionan en la biblia, y con el simbolismo de este número, que evoca la Trinidad, las tres partes del mundo o las tres edades del hombre .
¿Representaban a las tres razas?
Otra tradición muy popular dice que los reyes magos representaban a las tres razas y continentes conocidos en la antigüedad: Europa, Asia y África. Así, Melchor sería el rey blanco y europeo, Gaspar el rey amarillo y asiático, y Baltasar el rey negro y africano. Esta idea se difundió a partir del siglo XV, con el auge de las exploraciones geográficas y el descubrimiento de nuevos pueblos y culturas. Sin embargo, esta representación no tiene un fundamento histórico, sino que responde a una visión eurocéntrica y etnocéntrica del mundo, que pretendía mostrar la universalidad del cristianismo y la superioridad de la raza blanca .
Soy Leonardo A. González, creo firmemente que todos merecen conocer la belleza y la sabiduría que se encuentran en la Biblia, y estoy comprometido en difundir ese mensaje de amor y esperanza a través de mis escritos.