El Reiki no es solo una terapia física, sino también una práctica espiritual, que implica una concepción del ser humano, de la realidad y de Dios que es incompatible con la fe cristiana.
Origen del Reiki
El Reiki es una práctica de origen japonés que se basa en la canalización de una supuesta energía universal a través de las manos, con el fin de sanar a nivel físico, mental, emocional y espiritual. El Reiki se ha popularizado en Occidente como una terapia alternativa o complementaria, que promete beneficios como el alivio del estrés, el dolor, la ansiedad y otros problemas de salud. Sin embargo, el Reiki no tiene ninguna base científica que respalde su eficacia, y además presenta serios riesgos para la salud física y espiritual de las personas que lo practican o reciben. En este artículo, vamos a analizar los peligros del Reiki desde una perspectiva crítica y cristiana, y a ofrecer algunas orientaciones para discernir sobre esta práctica.
Peligros del Reiki para la salud física
El Reiki no es una terapia médica reconocida ni aprobada por ninguna autoridad sanitaria. No existe ninguna evidencia científica que demuestre que el Reiki tenga algún efecto positivo sobre la salud, más allá del posible efecto placebo. Por el contrario, el Reiki puede tener efectos negativos o contraproducentes para la salud física de las personas que lo practican o reciben, tales como:
- Molestias durante la sesión: algunas personas pueden sentirse incómodas, nerviosas o ansiosas durante la sesión de Reiki, debido a la dificultad para relajarse, a la falta de confianza en el practicante o a la sensación de invasión de su intimidad.
- Aumento del cansancio: otras personas pueden sentirse muy cansadas o débiles después de la sesión de Reiki, debido a la supuesta liberación de toxinas o al desequilibrio energético que se produce. Esto puede ir acompañado de dolores de cabeza, mareos, náuseas o malestar general.
- Dolores físicos: algunas personas pueden experimentar dolores físicos, como calambres, contracturas, inflamaciones o agudización de dolencias preexistentes, debido a la supuesta movilización de la energía bloqueada o a la reacción del organismo al Reiki.
- Efectos secundarios: algunas personas pueden sufrir efectos secundarios, como sudoración, escalofríos, alergias, sangrados, infecciones o alteraciones hormonales, debido a la supuesta activación del sistema inmunológico o a la interferencia del Reiki con otros tratamientos médicos.
Peligros del Reiki para la salud espiritual
El Reiki se basa en una visión panteísta, que identifica a Dios con la naturaleza o con una energía impersonal, y que niega la existencia de un Dios personal, creador y providente. El Reiki también se basa en una visión antropocéntrica, que exalta al ser humano como el centro y el fin de todo, y que niega la existencia de un pecado original, de una gracia divina y de una salvación eterna. El Reiki también se basa en una visión sincrética, que mezcla elementos de diversas religiones orientales, como el budismo, el hinduismo o el taoísmo, y que niega la existencia de una revelación definitiva y única en Jesucristo. Por todo ello, el Reiki presenta serios riesgos para la salud espiritual de las personas que lo practican o reciben, tales como:
- Confusión doctrinal: algunas personas pueden confundir o relativizar las verdades de la fe cristiana, al adoptar o asimilar conceptos o creencias propias del Reiki, como la reencarnación, el karma, los chakras, los guías espirituales, etc.
- Pérdida de la identidad cristiana: otras personas pueden perder o abandonar su pertenencia a la Iglesia católica, al alejarse o renegar de sus sacramentos, de su moral, de su liturgia o de su magisterio, por considerarlos superados o innecesarios.
- Apertura a lo oculto: algunas personas pueden abrirse o exponerse a la influencia de fuerzas malignas, al invocar o canalizar una energía que no proviene de Dios, sino del demonio, que se aprovecha de la ignorancia o la curiosidad de los incautos.
- Daño a la relación con Dios: otras personas pueden dañar o romper su relación personal con Dios, al prescindir o rechazar su amor, su voluntad, su providencia o su misericordia, por confiar solo en su propia fuerza o en la energía del Reiki.
Soy Leonardo A. González, creo firmemente que todos merecen conocer la belleza y la sabiduría que se encuentran en la Biblia, y estoy comprometido en difundir ese mensaje de amor y esperanza a través de mis escritos.
