Originalmente, la perijóresis no se aplicaba a la explicación de la Trinidad sino a la cristología, buscando ilustrar la relación entre las dos naturalezas en Jesucristo.
La perijóresis, una categoría griega cuyo significado se asocia con la rotación o el girar alrededor, se encuentra inicialmente en escritos del siglo VII. Este término, en su forma sustantiva, fue introducido por Máximo el Confesor, especialmente en su confrontación con los monotelitas. Anteriormente, en su forma verbal (perijoléo), lo utilizó Gregorio Nacianceno.
Significado en el Contexto Trinitario
El término adquirió relevancia en la teología trinitaria a través del pseudo-Cirilo y fue desarrollado de manera más orgánica y solemne por Juan Damasceno. Perijóresis se refiere a la compenetración y coexistencia mutua de cada una de las personas de la Trinidad dentro de las otras, manteniendo una única substancia. Este concepto enfatiza una circulación de amor, sin mezcla ni confusión de las hipóstasis divinas, que residen siempre juntas y son inseparables.
Relación con Conceptos Latinos
En el ámbito latino, perijóresis se relaciona con términos como circuminsessio y circumincessio, que significan respectivamente ‘residir en torno’ y ‘avanzar alrededor’. Estos términos se enriquecen con concepciones teológicas más personalistas y místico-afectivas, a diferencia de enfoques más conceptuales e intelectualistas. Figuras como Ricardo de San Víctor y Buenaventura, con sus reflexiones sobre la condilectio (amor compartido), son ejemplos destacados en este ámbito.
Aplicación Contemporánea
En la teología actual, perijóresis es un concepto muy valorado tanto por teólogos católicos como protestantes. Se utiliza para presentar una imagen del Dios cristiano no solo como substancia sino como una comunión de amor. Esta perspectiva ofrece una mejor comprensión de la Trinidad como un amor comunicativo.
Implicaciones en la Relacionalidad y la Comunidad
Perijóresis implica una relacionalidad típica del Dios trinitario, representando un amor que se comunica. Este concepto nos ayuda a entender la comunidad humana como un reflejo de la circulación perijorética del amor en Dios. Así, la experiencia humana en sus dimensiones familiar, social y personal se ve influenciada por este modelo divino de amor y comunión.
Contribución a la Teología Trinitaria
La categoría de perijóresis ha proporcionado una ventaja significativa a la teología trinitaria al facilitar la aproximación entre las concepciones occidental y oriental de Dios. En la tradición oriental, Dios se contempla más en términos de oikonomía (administración o economía divina) y la dinámica del amor tripersonal eterno. La perijóresis resalta este amor que se derrama y se comunica constantemente.
Soy Leonardo A. González, creo firmemente que todos merecen conocer la belleza y la sabiduría que se encuentran en la Biblia, y estoy comprometido en difundir ese mensaje de amor y esperanza a través de mis escritos.